domingo, 12 de enero de 2025

"La corrupción de un ángel", Yukio Mishima (1971)


Cierre brillante de la tetralogía "El mar de la fertilidad". Una novela que sólo con las precedentes tiene coherencia (abstenerse pues si no se han leído las anteriores) , pero que cierra el círculo de la historia de Shigekuni Honda y da sentido a todo en un final sorprendente.

Honda, como ya sabemos, ha dedicado su vida a la búsqueda de las reencarnaciones de su fallecido amigo Kiyoaki Matsugae. En este capítulo final, adopta a un joven huérfano, TōruYasunaga, al que cree la reencarnación de Kiyoaki, como en las precedentes lo habían sido Isao y Yin Chan.

Tōru, al contrario que las demás reencarnaciones, es un joven manipulador, dotado tanto  de una inteligencia extraordinaria como de una absoluta carencia de escrúpulos, y que se ve a sí mismo como un elegido del destino. Pero en la realidad,  su comportamiento revelará  una profunda bajeza moral, cuyo contraste con la pureza que Honda siempre ha ansiado encontrar es realmente el eje de la novela.

La progresiva corrupción moral de Tōru, que se manifiesta como un ser cruel y desagradecido va pareja a la corrupción física que aqueja a un Honda que  ya supera los ochenta años. Un viejo desesperanzado en el inevitable final de la vida busca una pureza que no encuentra y ve como  su creencia en la redención a través de Toru se resquebraja.

El mar de la fertilidad se convierte, en su final,  en una historia larguísima y compleja, con momentos sublimes de belleza y algunos páramos. Pero, pocas veces ha merecido tanto la pena el camino, porque aunque La corrupción de un ángel sólo tiene sentido si has leído lo precedente,  en ese caso se convierte una reflexión extraordinaria sobre la inútil búsqueda de la perfección, de la continuidad del alma y del bien frente a la inevitabilidad de la corrupción física. Y moral.

Una reflexión profunda y compleja de un hombre a las puertas de la muerte. Mishima dejó el manuscrito acabado sobre su escritorio y ese mismo día, el 25 de noviembre de 1970, después de una algarada cuartelaria un tanto lamentable, se hizo el seppukku ritual.



La tetralogía El mar de la felicidad son: 



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